Margaret Thome Bekema nunca logró graduarse de la escuela católica Grand Rapids Central High (en Michigan, Estados Unidos), ya que en 1932 se vio obligada a abandonar la escuela para cuidar de sus hermanos y su madre que estaba enferma de cáncer. Esto fue cuatro años de concluir la preparatoria, en 1936, sin embargo, gracias a un pariente lejano, Margaret ha recibido por fin su certificado, a los 97 años.
“Doy gracias desde el fondo de mi corazón –expresó–. Tuve que dejar la escuela para hacerme cargo de mi familia. Fue difícil, no tienen idea de lo difícil que fue. Me encantaba la escuela secundaria y tenía un montón de amigos”.
El director de la escuela dijo al entregarle su diploma de honor: “Su vida ha sido de sacrificio y de servicio. Ha sido alentadora e inspiradora para nuestra comunidad porque sus decisiones representan todos los valores fundamentales que enseñamos a nuestros estudiantes”.