Hablar de infidelidad es complicado. La mayoría de las personas entendemos por infidelidad el hecho de relacionarnos sexualmente con otra persona cuando estamos en una relación con alguien más.
La infidelidad sexual es sólo un acto carnal, que implica relacionarse con alguien únicamente para tener sexo. Puede ser desde un simple encuentro casual de una noche, hasta una relación de cierto tiempo, pero siempre sin relacionar sentimientos. Este tipo de infidelidad surge de la necesidad del ser humano por sentirse deseado. Y aunque suene raro, este tipo de adulterio es el más fácil de entender; al final se trata de sexo y nada más.
No obstante, existe un tipo de infidelidad del que pocos hablan, pues es más difícil de detectar. Incluso, hay quienes aseguran que ni siquiera se trata de infidelidad, o al menos no hasta que exista contacto físico. Estamos hablando de la infidelidad emocional.
La infidelidad emocional es aún más dolorosa y difícil de perdonar que una simple infidelidad sexual, pues se establece un vínculo muy fuerte entre los infieles. Los pensamientos, los sentimientos y las emociones son entregados a una tercera persona.
Es muy difícil predecir si una persona puede ser infiel sentimentalmente pues, la mayoría de las veces, todo comienza como un simple jugueteo en el que ambas partes ni siquiera imaginan lo que está por suceder. El juego empieza enviándose mensajes de texto cada vez más cariñosos, con llamadas telefónicas a escondidas de la pareja y muchos aseguran que no puede llamarse infidelidad, pues no existe ningún tipo de contacto sexual.
Pero, ¿puede alguien enamorarse sin tener acercamiento físico? ¡Por supuesto!
Desde el momento en que una tercera persona entra a nuestra vida para intentar satisfacer las necesidades emocionales, comienza una conexión especial. Se comparten tiempo, sueños, frustraciones, pláticas íntimas, emociones, sentimientos; y todo aquello que, se supone, sólo se debería compartir con la pareja.
Aunque no haya contacto físico, la infidelidad emocional también provoca culpa. Sabes que estás haciendo mal, porque aunque todo empezó como un simple juego, las cosas se salieron de control.
¿Qué tipo de infidelidad duele más?
Ahora que conocemos los dos tipos de infidelidades podemos preguntarnos: ¿cuál duele y daña más? La respuesta es clara: ambas. Las dos causan heridas que duelen, y mucho. Imagina a tu pareja teniendo relaciones con otra persona; o peor aún, imagina que está enamorado de otra chica, que piensa en ella, que desea estar con ella, que sueña con ella, que la extrañé incluso sin haber tenido contacto físico. Sea cual sea el tipo de engaño, duele y causa heridas, a veces, incurables.
A pesar de que ambas infidelidades duelen, a los hombres les afecta más cuando se trata de una relación sexual, pues esto les da en el ego; en cambio, a las mujeres nos afecta más cuando se trata de algo sentimental. Cabe aclarar que una relación sexual también puede llegar a involucrar sentimientos y emociones en un momento determinado.
La infidelidad siempre causará daños irreparables en una relación, así que recuerda nunca hacer algo que no quieres que te hagan, y sobretodo siempre piensa si vale o no la pena perder todo por nada.