El desfile anual de Victoria’s Secret, que ha sido uno de los eventos más esperados por la industria de la moda desde su primer show en 1996, no se transmitirá más por televisión ya que la firma vive su peor momento y el rating ha caído de manera considerable.
Además de la inmediatez del Internet, la negativa a cambiar sus estándares de belleza a pesar del surgimiento de movimientos body positive lo han llevado a su punto de audiencia televisiva más bajo y el desfile del 2018 solo fue visto por poco más de tres millones de personas cuando en el 2013 acumularon 10 millones de espectadores.
Mediante un comunicado, Les Wexner, director ejecutivo de la compañía L Brands que es dueña de VS, informó a sus empleados que la televisión ya no era el medio más adecuado para transmitir el evento:
La moda es un negocio de cambio. Debemos evolucionar y cambiar para crecer. Con esto en mente, hemos decidido repensar el tradicional desfile de Victoria’s Secret. En 2019 y de aquí en adelante, nos centraremos en el desarrollo de contenido emocionante y dinámico y en un nuevo tipo de evento, que se difundirá entre nuestros clientes por medio de otras plataformas actuales.
Aunque Wexner enfatizó que la decisión se había tomado meramente con base en la obsolescencia de la televisión, no podemos negar que la popularidad de la marca ha ido en declive por su limitada representación del cuerpo femenino y en que sus “intentos” por incorporar modelos plus size a sus pasarelas han dejado mucho que desear.
En estos tiempos que apuestan a la diversidad, quedarse estancado en estándares de belleza que muestran ángeles delgados de rostros perfectos ha orillado a la marca a bajar el precio de su ropa y a cerrar decenas de tiendas alrededor del mundo.