Lo más complicado de terminar una relación con alguien a quien amaste, es extrañar. Extrañar sus brazos mientras dormías, su manera de caminar junto a ti, la forma en que tomaba tu mano al salir a la calle; su sonrisa que te enloquecía, su manía de morderse el labio al sentirse nervioso. Extrañar su compañía frente al televisor; abrir la puerta y encontrarte con él, recibirlo con un beso y pasar el resto del día juntos. Extrañar la idea de lo que fueron y lo que pudieron ser, pero jamás serán.
Cuando amamos a alguien, la idea de estar sin esa persona resulta absurda, imposible. Creemos que nada podrá separarnos; idealizamos un amor eterno e imaginamos toda una vida a su lado. Sin embargo, llega un momento en el que todo termina. Caemos en provocaciones, celos, chismes, problemas o tragedias y nuestra relación perfecta termina por explotar. Entonces ya no hay marcha atrás y sólo quedan los recuerdos de un pasado que jamás volverá.
“Extraño enviar un mensaje romántico, pero no te extraño”
Enviarte mensajes antes de dormir o al despertar; incluso en mi tiempo libre, contarte cómo fue mi día y preguntar cómo fue el tuyo. Ahora mi celular ya no suena a cada instante; ya no recibo mensajes que alteran mi corazón, ya no siento esa emoción al oír el timbre. A veces me pregunto en dónde estás y la ansiedad se apodera de mí, pero sé que es pasajero y que en realidad no quiero saber de ti.
“Extraño las salidas a comer, pedir una pizza a domicilio y el puesto de la esquina”
Pizza, hamburguesas, pasta, helado, un café; las cenas en restaurantes caros o a veces en el puesto de la esquina; eso es lo que extraño. No te extraño, sólo extraño tener a alguien que me acompañe a satisfacer mis antojos, alguien que me lleve a cenar o con quién compartir mi comida favorita; porque sí, la comida sabe mejor cuando se comparte.
“Extraño a la persona que era cuando me amabas”
Sonreír todo el día, las mariposas en el estomago, la ilusión al verte, imaginar un futuro juntos, la felicidad inexplicable; eso es lo que extraño. Lamentablemente no éramos el uno para el otro. Extraño sentir que todo era real y bonito, que todo estaba bien. La soledad duele, pero estoy consciente que no eras para mí.
“Extraño pensar que eres lo mejor que me pasó en la vida”
Extraño sentirme la persona más afortunada del mundo por tenerte a mi lado. Tal vez las personas jamás entendieron nuestra relación y siempre se preguntaron por qué me hacías tan feliz; ahora entiendo aquellas dudas que todos tenían. Cuando te fuiste no sentí que había perdido; al contrario, sentí una gran liberación, me quitaste un gran peso de encima. Claro que dolió y lloré como nunca, pero entiendo que sólo eras eso, una carga.
“Extraño sentir tu piel”
Sentir ese contacto que estremecía mi piel, eso es lo que extraño. Ahora ya no recuerdo ni cómo se sentía tomar tu mano, no recuerdo aquellos detalles físicos que sólo yo conocía, no recuerdo tus lunares ni cómo se sentía el besarte.
“Extraño la manera en la que veías el mundo”
Al principio eras la persona que me impulsaba siempre a ir hacia adelante, a luchar por mis sueños. Tenías una visión del mundo muy diferente a la mía y eso me retaba a ser mejor cada día. Pero un día todo cambió; me ataste a ti, me encadenaste y ya no podía volar. Extraño a la persona que sacaba lo mejor de mí, pero sé que de esa persona ya no queda nada.
“Extraño cuando me decías que amabas mis locuras”
Siempre decías que amabas mi locura, mi forma de ser y esa manera de enfrentar al mundo; que nunca habías conocido a nadie como yo. Hoy extraño esas palabras que me hacían sentir tan bien pero sé que no necesito que nadie me apruebe. Sé lo que soy y hasta donde soy capaz de llegar.
“Extraño la relación”
No te extraño, sólo extraño la idea de estar en una relación, de tomar una mano, de besar a alguien, de caminar junto a él; de reír, llorar, confiar, conquistar; todo lo que implica salir con alguien.
“Extraño las noches a tu lado”
Dormir con alguien siempre será mejor que dormir sola. Siento el vacío que dejaste en mi cama. A veces abrazo la almohada imaginando que alguien está conmigo. Extraño ver un cuerpo a mi lado al despertar, sentirme protegida, pero sé que aunque en las noches tu ausencia me aplasta, poco a poco vas desapareciendo.
“Extraño el tiempo que pasábamos juntos”
Los días de fiesta, salir a un antro y emborracharnos; ir a un concierto, caminar por el parque, ir al cine, montar en bicicleta, tomar una taza de café, acampar en los días de lluvia; ahora son sólo recuerdos que siempre atesoraré.
“Extraño la forma en que me abrazabas”
No te extraño y no quiero volver a sentir tus brazos en mi cuerpo. Extraño la idea de sentirme querida por alguien, acariciada, tocada, amada. No hay nadie a mi lado y comenzar de nuevo me ha costado demasiado; es como aprender a caminar, voy paso a paso. Pero sé que pronto podré correr sin pensar en ti.
“Extraño tener en quién pensar”
Siempre pensaba en ti y quería verte. Cuando te fuiste, te extrañé como nunca imaginé. Sin embargo, ya no es así. El recuerdo está cada día mas lejos. Ya no lloro, ya no siento ese vacío. Extraño las cosas que se volvieron rutinarias y eso es lo más difícil de olvidar.
“Extraño sentir amor por ti”
Sé que al final no fue amor, ahora lo entiendo. Antes creía que las personas eran incapaces de comprender nuestra relación, que las peleas y la inestabilidad que teníamos eran normales; que sentirme triste y decepcionada eran parte de amar. Hoy sé que no es así. Hoy estoy feliz y mi felicidad no depende de nadie, ni siquiera de ti. Hoy camino a un futuro mejor sin ti. Te deseo lo mejor. Sé que lo que sentí no era amor, mucho menos odio y hoy sólo es indiferencia.