Vivir es maravilloso, mas no siempre es fácil, sobre todo cuando en el mundo hay personas que dañan a otras por el simple placer de hacerlo. El bullying se ha convertido en un gran problema a nivel mundial y se estima que 246 millones de niños y adolescentes sufren intimidación.
Este no es un problema que desaparecerá por arte de magia, es necesario poner manos a la obra para que nuestra vida y la de quienes nos rodean sea más ligera.
Si eres víctima de acoso quizá te parezca que estás en un pozo sin fondo, pero debes saber que todo tiene remedio. Estas son nueve cosas que puedes hacer para que la voz de los bullies (o acosadores) pierda fuerza.
1. No temas bloquearlos de tus redes sociales
Tus redes sociales son para conectar con quienes amas y admiras, no para aguantar palabras hirientes de quienes se esconden tras la pantalla sin medir el daño de lo que escriben.
Si llegas a recibir mensajes dañinos: respira hondo, borra esas declaraciones de tu casete mental, y ten la certeza de que la opción “bloquear” te hará respirar de alivio. Mantén tu feed libre de odio y lleno de positivismo.
2. Todos los días haz algo que te guste
Cuando alguien nos molesta solemos olvidar quienes somos, y nos enfocamos en lo que esa persona piensa de nosotros hasta que terminamos creyéndolo. ¡Alto!
Para contrarrestar este efecto cada día haz un ejercicio de reafirmación: conecta contigo mismo a través de la ilustración, de la música, del baile, del estudio, de la natación… Hacer lo que te apasiona centra tus pensamientos y te regresa al camino.
Recuerda: ¡Eres quien tú decides!
3. Habla con alguien que te dé confianza
Uno de los más grandes errores que cometemos al ser molestados es callar, pues creemos que hablar intensificará las burlas, y no tenemos en cuenta que tal vez las detenga.
Dejémonos de tabúes: sí, cada uno tenemos una fuerza interior inimaginable, pero a veces necesitamos que alguien encienda la luz para poder verla. Así que platica con tus papás, con tus maestros, con tu mejor amiga, con tu jefe o con un psicólogo, no solo para desahogarte, también para buscar una solución.
En las palabras empieza la sanación.
4. Rodéate de gente que te haga crecer
¿Te imaginas qué sería de los superhéroes con los que creciste sin la ayuda de sus fieles compañeros? Seguramente el mundo habría dejado de existir hace mucho.
Aunque ellos sean personajes de ficción son el ejemplo perfecto de que todos, hasta los más poderosos, necesitamos rodearnos de personas que nos ayuden a enfrentarnos al mundo y vuelvan felices nuestros días.
Hay para quienes hacer amistad es difícil, pero sin importar qué tan tímido o introvertido seas, siempre habrá alguien que te complemente. ¡Todos tenemos un alma gemela amiga!
5. Haz un playlist con canciones que te hagan sentir fuerte
La música es un arma poderosa para ayudarnos a superar momentos difíciles. Cuando nos rompen el corazón escuchamos canciones tristes para sentirnos comprendidos, y cuando estamos felices bailamos al ritmo de melodías movidas.
Lo mismo pasa cuando necesitamos sacar fuerzas y enfrentar un nuevo día. La música es capaz de reprogramar nuestro cerebro y contagiarnos de ciertos sentimientos o actitudes.
Súbele el volumen a Run the world de Beyoncé, canta a todo pulmón I don’t care de Ariana Grande o siéntete imparable con Shake it off de Taylor Swift.
6. Si eres o has sido tóxica, ¡reconócelo!
A veces no nos damos cuenta de que nosotros también somos capaces de infligir daño, por eso necesitamos hacer un examen de conciencia y determinar si somos parte del problema.
Si en alguna ocasión haz hecho burla de alguien, tranquila, no es el fin del mundo siempre y cuando enmiendes las cosas.
De aquí en adelante antes de hablar mal, detente a pensar en lo que siente el otro y ten en mente aquella frase que dice: “Todos libramos batallas que nadie conoce, sé amable”. Si aplicas esto en tu vida verás como tu entorno cambia y se vuelve más tranquilo.
7. Detén el ciclo del bullying y no seas espectador
El bullying tiene muchas caras y no siempre es física. El silencio ante las injusticias es una de las maneras más comunes en las que, sin querer, perpetuamos el ciclo de violencia.
Cuando alguien es molestado y está en nuestras manos hacer algo para defenderlo ¡no nos quedemos de brazos cruzados! Esa persona necesita sentir tu apoyo y el abusón tiene que saber que se ha topado con un muro de individuos valientes.
8. Ama cada parte de ti
Tus pecas, tu peso, tu orientación sexual, tus vellos, tu timidez, tu desinhibición, tu estilo, tus hobbies… ama todas esas cosas de ti que han sido objeto de burla. Abrázalas con más ganas en vez de declararte la guerra. La batalla no es contra ti.
9. Responde con amor
https://youtu.be/pj9WGw8JqFI
En algún momento de nuestra vida todos, en menor o mayor medida, hemos sido objeto de comentarios como “deberías cambiar”, “te ves fea”, “no eres suficiente”… y nuestro primer impulso ha sido devolver el golpe. Pero si respondes con odio generas odio, y te conviertes en uno de ellos.
El mejor escudo es el amor. No se trata de poner la otra mejilla, sino de ser mejores que nuestro agresor y arrancar la raíz del problema, pues un entorno violento se genera por falta de afecto.
Acércate y dile “si necesitas hablar de aquello que te genera tanto enojo, no dudes en que estoy para escucharte” y verás que lo dejarás fuera del ring. Después de todo, hay quienes solo necesitan sentirse queridos para empezar a querer.