No está mal que cuando vas de compras, puedas encontrar productos diferenciados para hombres y para mujeres, sobre todo porque hay algunos que solo usan unos u otros.
El problema llega cuando productos que pueden ser usados por ambos géneros terminan siendo etiquetados “solo para hombres” o “solo para mujeres” y de paso, aparte de enfatizar estereotipos, se vendan más caros solo por ser “creado especialmente para ella”. La lista es larga pero aquí te presentamos unos cuantos ejemplos.
1. Baterías

2. Bebidas energéticas
3. Binoculares de juguete










































