Se ha hecho bastante común que las grandes cadenas de cine reestrenen películas muy taquilleras, de esas del estilo de Harry Potter o El señor de los anillos. De hecho, recientemente proyectaron esta última fantástica trilogía. Pero hoy podemos decir con felicidad que los hobbits ya se divirtieron y ahora es turno de las team Edward.
Seguramente, si te tocó convivir entre emos y punketos, por allá de la década del 2000, de ley te tocó el hype de “amor loco” que Crepúsculo, la saga de vampiros adolescentes por excelencia, se ganó. Pues es de nuestro agrado informarles que el tío Cinépolis anunció el reestreno exclusivo de las cinco pelis que marcaron nuestra incómoda pubertad. Estas se proyectarán a partir del 17 de noviembre.
Admítelo tú también fuiste #TeamEdward o #TeamJacob.
La saga de #Crepúsculo regresa a mis salas. 😍👩🧑🦰🐺
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Fue a través de un tuit de la cuenta oficial de Cinépolis, que la empresa anunció el regreso de las adaptaciones de los libros de Stephenie Meyer, haciendo salir el grito de la adolescente que vive en nosotras, pues no podríamos estar más contentas. Así que es hora de sacar los brillitos y nuestros bates de béisbol, porque somos inventadas.
Mientras tanto, a una década de la última entrega de la franquicia, hemos visto crecer a quienes marcaron nuestra juventud convertirse en grandes actores con carreras envidiables, como lo son
Kristen Stewart y Robert Pattinson. Pero no importa cuántos Óscars o nominaciones ganen a lo largo de su vida actoral, siempre serán los que les dieron vida a los incomodísimos protagonistas de una historia de amor digna de La rosa de Guadalupe.
Así que ya lo sabes, la mejor forma de maratonear Crepúsculo es a lado de las que lloraron escuchando frases como:
– Edward: El león se enamoró de la oveja.
– Bella: Qué estúpida oveja.
– Edward: Y que masoquista es el león.
Además, no siempre tenemos la oportunidad de hacer enojar a los fifas que, seguramente, ya andan lloriqueando porque no vemos películas alemanas mudas en blanco y negro de seis horas de duración. Pero que soporten, porque ni entre nosotras nos soportamos de la emoción.
