Amamos tanto a nuestras abuelitas que todo lo que nos pidan se los concedemos. ¿Por qué negarnos si ellas pasaron la vida consintiéndonos? Claro está que hay de peticiones a peticiones.
Por ejemplo, unas abuelitas se concentran en su lecho de muerte y solicitan ciertos protocolos para el momento de su despedida. Sin embargo, hay otras que no solo nos dejan una lista de recomendaciones, sino que desean cosas inusuales. Ese fue el caso de esta abuelita veracruzana que le pidió su familia que al sepultarla, colocaran sobre su tumba un monumento en forma de ¡pene!
Lamentablemente, hace un tiempo, doña Catalina Orduña Pérez falleció a los 99 años, pero su familia cumplió su último deseo y colocó la figura de un pene enorme que fue develado en el panteón de Ignacio Zaragoza, en Misantla, Veracruz, México. Dicha escultura la hizo Isidro Lavoingnet, quien fue el encargado de hacer realidad el sueño de doña Cata.
Ahora ya se vino la buena vida, ¿o buena muerte? Doña Cata, de 99 años, celebró que le montaron una escultura de en forma de pene sobre su futura tumba. Tuvo toda su vida la palabra «verg*» en la boca. pic.twitter.com/DilBLZ0rdv
— tacodealacran (@tacodealacran) August 6, 2022
La comunidad identificaba a doña Cata como una mujer muy divertida e irreverente y, según su familia, ella siempre quiso un monumento así. De hecho, su nieto Álvaro Mota Limón aseguró que su abuela siempre fue de mente abierta y usaba mucho una palabra que caracteriza a esta escultura.
Ella siempre decía, en el sentido mexicano, que éramos verg*s.
En la jerga mexicana, esta palabra tiene diferentes significados. De acuerdo al contexto, puede usarse como una grosería o hasta un halago, como lo usaba doña Catita. Además de esto, ella siempre creyó que el miembro masculino era muy importante y pocos le daban su reconocimiento.
Doña Cata se puso a brincar de la emoción por «verg*» que le pusieron sobre la tumba. pic.twitter.com/rQzSTH77uF
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Si hay un Día del Maestro, un Día del Doctor y hasta un Día del Ingeniero, ¿por qué no festejar al pene?
Esta escultura pesa casi 300 kg, mide un metro y medio de largo y, por obvias razones, llama la atención de todos los visitantes, al grado de que luego de su develación, se ha convertido en una noticia muy popular local e internacionalmente.
