Cuando éramos pequeñas, nos montábamos en los zapatos de mamá y caminábamos frente al espejo como todas unas unas divas de la pasarela. Con el tiempo aprendimos a caminar en tacones, y aunque al principio fue lo más difícil, con el tiempo terminamos siendo las mejores caminando esas bellezas que nos ofrecen el estilo que toda mujer busca.
Sin embargo, es momento de confesar una realidad: con el paso de los años, algunas amantes de los tacones nos hemos desencantado de la idea de apretar nuestros delicados dedos y vivir en las alturas de un tacón número 7; aquí una sincera confesión de 20 momentos que solo entenderás si eres una chica que dejó de usar tacones para siempre.
1. Hubo un tiempo en el que la vida sin tacones era inconcebible
2. Tu lema: “entre más alto, mejor”
3. Imposible ir a un lugar sin un buen par de tacones
4. Te sentías indestructible sobre tu par favorito
5. Y asumías que envejecerías con tus tacones puestos
6. Descubriste que vivir en zapatos altos tenía un precio
7. Te acostumbraste a pagar el costo
8. Y un par de tropezones graves
9. Hasta que pensaste: “¿Qué demonios le hago a mis pies?”
10. Y así de fácil, conocieron el piso
11. Al principio no era divertido
12. Aprendiste a sacarles provecho
13. Y comenzaste a enamorarte de sus diseños lindos
14. Hasta volverte experta en reconocer con estilo
15. Ya no los usas, pero aún guardas tus tacones con nostalgia
16. Y los reservas para una ocasión “especial”
17. Aunque ya te acostumbraste a tus zapatos cómodos
18. En secreto, amas ver chicas caminado en tacones como estrellas de rock
19. Y vas a las zapaterias solo para saludar a esas bellezas
20. Pero siempre volverás a tus cómodos flats
