¿Recuerdas esos tiempos en los que desde el lunes comenzabas a organizar la fiesta del viernes y sábado, además del plan para el domingo? Seguro que son buenos recuerdos, pero todo ha cambiado y tus prioridades son otras. Ahora duermes más, sales menos, comes más sano y miras con asombro a las chicas que bailan en la calle o se gritan jugando entre amigas, mientras piensas “yo no hacía eso”.
Si todo esto te suena familiar es porque tu verano se aproxima poco a poco a su fin y pronto le darás la bienvenida al otoño junto a tus 30 años. Si aún te niegas a aceptarlo te presentamos 15 contundentes señales de que la tercera década está tocando a tu puerta.
1. Tu historial de Facebook está lleno de 4 tipos de fotos:
- Bebés.
- Bodas.
- Fiestas familiares.
- Maratonistas.
2. Te emociona que no te pidan identificación
Luego recapacitas y te das cuenta que tu piel ya no luce tan suave y radiante como antes.
3. Odias que te digan señora
¡Vaya que causa depresión!
4. Prefieres los conciertos en los que hay asientos
Eso de estar horas de pie y brincando ya no es lo tuyo.
5. No reconoces a los grupos musicales nuevos
Digamos que tus gustos quedaron algo obsoletos.
6. Amas contar tus historias de preparatoria
Hasta que te das cuentas que han pasado más de 10 años desde aquel momento.
7. Te identificas con ciertos personajes de tus series favoritas
Cuando ves películas o series que veías en tu adolescencia te identificabas con los jóvenes, ahora te identificas con los adultos, en especial si son solteras y tienen deudas.
8. Tienes un botiquín con productos para controlar la gastritis
La colitis, la migraña, el estrés, las contracturas musculares… Básicamente no puedes vivir sin ellos.
9. Prefieres ir a tomar un café que bailar en un antro
La música alta, el ruido, la gente y el calor se han vuelto molestos.
10. Odias las resacas
Muy atrás han quedado las épocas en que las resacas duraban un par de horas, ahora tienes que lidiar con ellas por más de dos días.
11. Ya usas bloqueador
Por lo menos en la cara, pues las manchas producidas por el sol comienzan a surgir.
12. Has usado la frase: “ya estoy vieja para esto”
En especial si se trata de correr o hacer ejercicio de alto impacto.
13. Te duele la espalda…
Cuando te sientas, te acuestas, te levantas o te mueves hacia cualquier dirección.
14. Comienzas a odiar tus tarjetas de crédito
En especial cuando te atrasas con una mensualidad y los intereses devoran tu tranquilidad.
15. Prefieres comprar ropa cómoda que con estilo
Lo moderno ya no va contigo. Ahora la comodidad te acompaña a todos lados, en especial si hablamos de zapatos.