Para muchas personas ir al gimnasio es más una obligación que una actividad que realmente les guste hacer, pues conseguir un cuerpo tonificado tiene su precio. Aunque al final del día termina por agradarles y lo adaptan a su rutina diaria.
Pero lograr el amor por el ejercicio no es tan sencillo como se lee. Las etapas que se viven son bastante complicadas, pues tan solo tomar la decisión te llevará a desarrollar tu creatividad en los pretextos, aunque tu yo interior desea tener un cuerpo de modelo, así que terminas accediendo, en un solo día te das cuenta de que eso podría ser una trampa mortal, pero vuelves a tus clases, te mantienes… y de pronto el resultado está a la vista de todos, solo para que te deje descansar y volver a tu rutina habitual.
1. Te hartaste de ver que todas van al gym y decidiste unirte
2. Te negaste mucho tiempo, pero la hora ha llegado
3. Aunque el comienzo fue difícil
4. Por que ni siquiera estaba en tu mente
5. El primer día fue lo mejor porque no sabías nada
6. Al salir sentiste que no podías hacer esto todos los días
7. Al final te comprometiste
8. Tu ropa comenzó a oler mal
9. Comías todo el tiempo
10. Buscabas tutoriales para mejores resultados
11. Aunque nadie creía en ti, lo habías logrado
12. Incluso, comenzaste a ver los resultados
13. Tu ropa dejó de quedarte
14. Y cuando alcanzaste tu objetivo
15. Volviste a tus viejos hábitos, pero solo por un descanso
