Seamos realistas: las mujeres comunes y corrientes amamos comer y disfrutar de los fines de semana de pizza, helado y pastel. Es bueno tener una dieta sana pero también es placentero consumir comida repleta de grasa y carbohidratos simples
Lo malo de los gustitos culinarios es que luego tienes que cargar una coqueta barriga en lugar de un abdomen de acero. A continuación algunas situaciones con las que te identificarás si eres de esas chicas que aman comer.
1. Comes todo lo que puedes y luego llega la culpa
2. Prometiste bajar de peso en año nuevo
3. Pero siempre te pasa esto
4. No importa, aun así lucirás tus curvas en la playa
5. Conoces la realidad de tu situación
6. Intentas ponerte a dieta
7. Y terminas antojándote de cosas así
8. ¿Por qué la comida es tan rica?
9. Cuando ya estás llena pero te ofrecen postre
10. O lo mejor de lo mejor… ¡Pizza!
11. Antes solías ser delgada, pero no sabes qué pasó
12. Decides ir al gimnasio para entrar en tus jeans talla 5
13. Lo combinas con dieta
14. Pero tus amigas no ayudan mucho
15. Porque, seamos sinceras, esto es lo que comen
16. Se dan amor mutuamente, no solo comida
17. Ha pasado un año y has ganado unos kilos más
18. Ya no tienes nada que te quede
19. Así que decides comprar más
20. Es lo que permanecerá después de las vacaciones
21. Siempre quisiste verte así
22. Pero ya te sinceraste con tu cuerpo
23. Hasta en el amor
24. Y si esas chicas esqueléticas te dicen algo tú:
25. Porque después de todo amas comer
