Las mejores historias de amor no provienen de libros o películas sino de experiencias de parejas normales que han trabajado para mantener su relación a flote a través del tiempo.

George y Ginger Brown han estado casados durante seis décadas. Recientemente Abigail Lydick, su nieta, los invitó a festejar su aniversario de bodas en Nueva Jersey; ellos se emocionaron y tomaron el primer vuelo a la ciudad, sin imaginar que al llegar serían protagonistas de una linda e inolvidable sesión de fotos.

George y Ginger Brown se conocieron en 1958

George y Ginger Brown recién casados en 1959

Un año después, unieron sus vidas frente al altar

George y Ginger Brown sentados en un sofá fuera de un jardín

Ahora, 4 hijos, 18 nietos y 19 bisnietos después…

George y Ginger Brown caminando por un sendero dura de un castillo americano

Siguen igual de felices, amándose el uno al otro

George y Ginger Brown con lso rostros juntos, mirándose a los ojos, acariciando sus mejillas

Para celebrar sus 6 décadas de amor

George y Ginger Brown posando fuera de una casa vieja, usando ropa de bodas

Su nieta Abigail preparó una linda sesión de fotos

George y Ginger Brown tomados del brazo, caminando por un sendero de tierra rojiza

Contactó con algunos proveedores

George y Ginger Brown abrazados, besando sus mejillas

Hasta obtener el outfit, maquillaje y locación perfectos

George y Ginger Brown tomados de las manos

Aunque la sesión fue planeada detalle a detalle

George y Ginger Brown mirándose a los ojos, sonriendo felizmente

La pareja de tórtolos se comportó de manera natural

George y Ginger Brown abrazados por la espalda, sonriendo ligeramente

Su genuino amor opacó el flash de la cámara

George y Ginger Brown a mitad de un bosque, abrazados, con sus frentes juntas

Pero iluminó a cientos de corazones enamorados

George y Ginger Brown en un bosque, abrazados, sonriendo

No hay duda de que el amor verdadero…

George y Ginger Brown dentro de una habitación blanca, sonriendo felizmente

Va más allá del tiempo

George y Ginger Brown tocando la punta de su nariz, sonriendo y mirándose a los ojos