Una madre es la persona que nos conoce desde el verdadero principio; desde el momento de nuestro nacimiento. Su amor no exige nada a cambio, y en su memoria –quizá en un diario o una libreta de notas– irán quedando guardados momentos importantes que siempre recordará, aún cuando nosotros los hayamos olvidado.

Cuando estuve en trabajo de parto, susurrándote: “podemos hacer esto”

mujer acaba de dar a luz y su esposo le da un beso en la frente

Cuando me miraste por primera vez e hiciste que se detuviera mi corazón

mujer sonriendo sosteniendo a su hijo recién nacido

La forma en que curaste mi espíritu quebrantado y volviste fuerte mi corazón

mujer sonriendo abrazando a su bebé

Cuando me llenaba de orgullo verte jugando con otros niños

niños jugando fútbol

Cuando me hacías reír con tus gracias

mamá jugando con su hija cargandola en brazos

La forma en la que me mirabas cuando eras tan pequeño

mamá peinando a su bebé

Tus ataques interminables de risas por las cosquillas que te hacía

mamá haciendo cosquillas a su bebé

Cuando estaba junto a tu cuna cada noche y sentía miedo por saber si lo estaba haciendo bien

mamá viendo dormir a su hijo

Esa sensación en mi corazón cada vez que veía que eras más grande e independiente

mamá e hija sentadas comiendo

Cuando te abrazaba pensando en lo rápido que crecías y cuán grande te pondrías

mama sentada en el pasto abrazando a su hijo

Esto y mucho más tú no lo recordarás, pero yo sí; y voy a mantener esas memorias en mi corazón por los dos

madre e hijo abrazados sentados en el escalón de una casa