En todos los países del mundo hay cientos de niños que esperan a una familia que desee adoptarlos. Desgraciadamente, existen muchos mitos en torno al proceso de adopción que impiden que el número de padres candidatos aumente, sobre todo cuando se trata de niños mayores.
Esos pequeños y adolescentes que se encuentran por lo general en albergues infantiles o casas de acogida, están ahí no por ser delincuentes o simplemente no tener un lugar donde quedarse sino porque han vivido situaciones familiares difíciles. Quizá eran maltratados, hijos de padres adictos, o sufrieron de abandono, y lo que más necesitan es un hogar permanente donde se les brinde ayuda y cariño.
Expertos en procesos de adopción, así como familias que han optado por adoptar a un niño mayor en lugar de un bebé, han explicado 6 mitos sobre el tema.
1. Cuando adoptas una vez, querrán que adoptes una segunda
Hay quien dice, sin prueba alguna, que si decides adoptar a un niño o niña el sistema te insistirá hasta que adoptes a otro. Rita Soronen, directora y presidenta de la Fundación Dave Thomas para Adopción explica que, por el contrario, la mayoría de las agencias extreman las medidas de precaución y evitan abrumar a los nuevos padres adoptivos o colocar a los niños en hogares donde no recibirán la atención que necesitan.
Por su parte, Gianna Dahlia, directora ejecutiva de Together We Rise, asegura que esa decisión es únicamente de los padres adoptivos, en términos de lo que son capaces de manejar.
La única excepción es en el caso de hermanos, a los que sí se busca, en lo posible, mantener juntos.
Mil 103 días en una casa de acogida. Hoy nos hemos convertido en una familia para siempre. Junio 16, 2015.
2. Todos los niños de albergues tienen problemas de salud o de comportamiento que dificultan su crianza
Sólo una tercera parte de los niños en hogares de adopción tiene algún tipo de incapacidad, de acuerdo con la organización Children’s Rights.
Muchos niños se clasifican como con ‘necesidades especiales’, pero no por las razones que se pudiera uno imaginar: el término sólo se refiere a que es más difícil que el niño pueda encontrar un hogar por ser más grande de edad o miembro de un grupo de hermanos.
Mil 838 días en una casa de acogida y hoy, 24 de abril del 2015, fuimos adoptados. Hemos encontrado nuestra familia para siempre.
3. Es más caro que adoptar en el extranjero
“La gente cree que porque es caro adoptar internacionalmente o a través de una agencia privada, adoptar de un albergue o casa de acogida será igualmente caro, pero no es así —informa Rita Soronen—. Prácticamente no cuesta nada”. De hecho, el costo promedio de una adopción en los Estados Unidos es de menos de 2 mil 500 dólares, y el Estado cubre otro tanto. Las familias pueden, incluso, recibir ayuda financiera para la educación de su hijo adoptivo. [Esto, desde luego, varía según el país, pero estamos hablando de casas apoyadas con recursos de Gobierno]
Estuve en una casa de acogida por 924 días… pero ¡hoy fui adoptado!
4. No vale el riesgo de tener que decir adiós
Como con cualquier forma de adopción —o cualquier método para convertirse en padres—, no existen garantías. Algunos se preocupan por el costo emocional de criar un hijo adoptivo y poder perderlo frente a algún pariente meses o años más tarde.
Kristina, madre adoptiva de Jasper, reconoce que durante un tiempo se sintió como si debiera proteger su corazón, por si acaso. En realidad, dice, “una vez que un niño es adoptado, es como si hubiera nacido de ti”.
“La recompensa es por mucho, mayor que el riesgo”, agrega Dan, también padre adoptivo de un niño.
Por 722 días he compartido su amor y su casa, tal como hoy comparto su apellido.
5. Tienes que relacionarte con los padres biológicos o sus familiares
“Ninguna familia adoptiva tiene que relacionarse con la familia biológica —explica Sorensen—. Una vez que te conviertes en su familia adoptiva, tú tomas las decisiones legales por tu hijo”. Ella recomienda estar en contacto con la familia biológica, pero insiste en que cada situación es diferente.
Efectivamente, es una decisión de los padres adoptivos, y muchas veces, de su hijo o hija que decide estar o no en contacto con los miembros de su familia de origen.
6. Si adoptas a alguien mayor en lugar de un bebé, nunca se siente como ‘tuyo’
“Eso es totalmente equivocado. No existe ninguna razón para pensar que adoptar un niño mayor o un adolescente (ya sea que tenga nueve o dieciséis años) no vale la pena”, argumenta Sorensen.
Está, por ejemplo, el caso de Breanna Shaw, de 17 años, a quien adoptaron Diana y Fred Shaw. Ella recuerda lo ansiosa que estaba por la adopción después de vivir en diferentes casas-hogar. “Sabía que ellos me amaban y, sin embargo, siempre está esa vocecita que te dice: ¿Me amarán lo suficiente?” Por su parte, los Shaw se preguntaban: “¿Seremos suficiente para ella? ¿Podremos ser capaces de ayudarla a sanar?” Breanna ha dicho a Today que actualmente se siente en casa. “Por completo”.
Mil 902 días en hogares de acogida, y hoy, mayo 11 del 2015, he sido adoptada.