No rendirse puede marcar la diferencia en muchas situaciones, como muestra la historia de Rubio. En enero, Olivia Sievers estaba en el mismo hotel en el que se hospedada cada vez que estaba en Buenos Aires y conoció a Rubio, un perro callejero, sin saber que ese encuentro cambiaría su vida por completo.

La azafata alemana le mostró un poco de afecto, jugaron un rato y le dio de comer. En respuesta a sus atenciones, Rubio insistió en permanecer a su lado y la siguió por toda la ciudad alrededor de una hora, a pesar de los intentos de la chica por sacarle la vuelta. Finalmente regresó al hotel, creyendo que no volvería a ver a Rubio.

Era común para los huéspedes ver a al perro frente a la entrada principal

pero callejero Rubio frente a un hotel

Esperaba paciente a que la amable chica regresara a la ciudad

pero callejero Rubio frente a un hotel

Incluso Olivia le encontró un lugar al insistente can

pero callejero Rubio con chica

Pero Rubio escapó para ir nuevamente a montar guardia al hotel

pero callejero Rubio con chica

La chica aceptó que también estaba loca por el adorable can y lo adoptó

perro callejero con chica caminando por un puente

Después de 6 meses de espera, Rubio viajó hasta el otro lado del mundo

aeromoza alemana con perro de la calle adoptado

Ahora es feliz en Frankfurt y nos recuerda que la persistencia tiene su recompensa

perro callejero Rubio en su hogar