Los actores profesionales y comprometidos se someten a una preparación intensa para desarrollar cada personaje, sobre todo si encarnan a una persona real. Maquillaje, cambios drásticos de peso, estudiar la personalidad; cada detalle debe ser tomado en cuenta para alcanzar la mayor semejanza.
Mario Casas es sin duda uno de los actores españoles más reconocidos a nivel internacional gracias a su participación en producciones como: 3 Metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti o Palmeras en la nieve. Para su nueva película, El fotógrafo de Mauthausen, el gallego se sometió a una estricta dieta para perder 12 kilos en tan solo tres meses.
Un héroe de guerra
La cinta abordará la vida del fotógrafo catalán Francisco Boix, un militante comunista español que luchó en el Ejército Republicano durante la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial y que fue llevado al campo de concentración nazi de Mauthausen.
Boix tuvo la oportunidad de capturar con su cámara un gran número de imágenes que fueron utilizadas en la posguerra para juzgar a militares nazis.
Sufrió depresión
Casas considera este papel como un verdadero regalo, aunque en realidad ha sido muy duro:
Hacer este personaje me está aportando el descubrimiento propio sobre mis límites, porque hay momentos en los que lo he pasado mal al adelgazar, te entran depresiones, pero tienes que tener un mínimo de sufrimiento para saber cómo lo pasaron los presos y contar la historia lo mejor posible.
Un cambio drástico
En su papel anterior Mario pesaba alrededor de 80 kilogramos y tuvo que dejar crecer su barba; ahora tuvo que raparse. Su transformación comenzó en agosto, cuando empezó a preparar el guión y su personaje fue cobrando más fuerza.
Se puso en manos de un experto
Para perder peso el actor fue supervisado por un profesional y realizó una dieta controlada. Tuvo que dejar de consumir todos los productos con azúcar, grasa y que sólo aportaran calorías. Nada de pan blanco o integral, ni leche. Comía poco y más a menudo y su alimentación se basó en pollo, pavo y pescado.
