Cada año se detectan millones de nuevos casos de cáncer de mama. Por desgracia son pocas las mujeres que logran salvarse gracias a los diferentes tratamientos, el resto pierde la batalla contra esta terrible enfermedad. Puede ser curable si se detecta oportunamente, pero para ello tienes que olvidarte de los tapujos y comenzar a palpar tu busto, o bien, pedirle a tu pareja que te ayude a realizar una exploración, así descubrirás si existe un cambio en el tamaño o la forma.

Octubre es el mes de concientización en contra del cáncer de mama y para prevenirlo o detectarlo a tiempo solo tienes que seguir estas indicaciones. Recuerda, si te salvas tú, nos salvamos todas. Por una mejor calidad de vida únete al #OctubreRosa.

Signos y síntomas

Cartel con información sobre el cáncer de mama

  • La aparición de pequeños bultos que se pueden palpar como un nudo firme en la parte de la mama o debajo del brazo
  • Cambios en el tamaño o la forma del seno
  • Secreción del pezón que tiene sangre o se produce en una sola mama
  • Cambios físicos: pezón invertido o una úlcera en la zona del pezón
  • Irritación en la piel o cambios como hoyuelos, rugosidades, escamas o pliegues
  • Senos enrojecidos e hinchados; pueden aparecer erupciones cutáneas que se asemejan a la piel de una naranja
  • Dolores constantes en las mamas

Exploración oportuna

Ilustración de la autoexploración de cancer de mama

El primer paso para detectar el cáncer de mama es conocer tu busto: cómo se ve y se siente. Debes revisarlo mensualmente para detectar cualquiera de los síntomas que ya mencionamos, y aunque nada parezca inusual también es importante que te realices una mamografía.

Y, especialmente, visita a tu médico regularmente

Escena de la serie Greys Anathomy

Es importante visitar al médico para que él conozca tus antecedentes familiares y además te oriente sobre las maneras de exploración. Se dice que la primera mastografía se requiere a los 40 años, especialmente porque es en esa edad en que las mujeres tienden a desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, puedes hacerlo a partir de los 30 o después de haberte convertido en madre. Está en ti prevenir.