En ocasiones, las madres y padres tienen que apoyarse de una niñera para cuidar y criar a sus hijos. Estas mujeres dejan una huella imborrable en el corazón de los pequeños, pues son ellas quienes les ayudan con sus estudios, les preparan la comida y juegan a su lado.

Este fue justamente el caso de Dell Zhafry Fuad, un hombre originario de Berjuntai Tin Dredging, en Malasia, quien tuvo una increíble infancia debido a los cuidados de su niñera Kak Mala, con quien se ha reunido después de 30 años. Su reacción ya sacude las redes sociales con una dosis de ternura.

fotografía infantil; Joven llora al abrazar a su niñera después de 30 años

Dell Zhafry compartió en su cuenta de Facebook una fotografía del reencuentro entre él y su niñera. En dicha publicación explicó que cuando Mala cuidó de él y sus hermanos, ella también era muy joven, pero debido a las dificultades económicas por las que pasaba su familia, comenzó a trabajar como niñera. De esta manera llegó a su vida como un ángel terrenal.

La hermana Mala solo tenía 14 años cuando nos cuidó en 1988. La hermana Mala nos cuidó y nos nutrió como a sus propios hijos.

Dell Zhafry también explicó que Mala cuidó de él y de sus hermanos como si fueran sus propios hijos, nunca llegaba tarde a casa y siempre estaba dispuesta a ayudarles con sus tareas o jugar por las tardes.

joven junto a su niñera; Joven llora al abrazar a su niñera después de 30 años

Aunque su relación era muy buena, Dell Zhafry dejó de ver a Mala cuando sus padres decidieron mudarse de ciudad. Pero 30 años después, él regresó y no descansó hasta encontrarla. El reencuentro estuvo cargado de emociones, lágrimas y abrazos de agradecimiento.

Esta foto fue tomada después de 30 años de nuestra separación, después de que mi familia se mudara a Terengganu, en Malasia.

Ella tomó mis manos, me abrazó y besó mi mejilla, estaba llorando. Dijo: ‘Gracias, Señor, mi hijo ha vuelto’. La hermana Mala me recuerda a mí y a mis hermanos más jóvenes lo suficiente. Lloró de alegría porque me extrañaba mucho y a mi familia. Gracias, hermana Mala, por cuidar de nosotros.