Recientemente, la actriz Paulina Goto y el político Rodrigo Saval celebraron su matrimonio civil en uno de los jardines del Hotel St. Regis, ubicado en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México.
La tarde del pasado 28 de febrero, la protagonista de Miss XV unió su vida a la del político mexicano después de mantener una relación de casi cuatro años.
En el otoño pasado, Rodrigo le pidió matrimonio a Paulina y ella dijo que sí. A partir de ese momento, la actriz de Madre solo hay dos se embarcó en la emocionante aventura de realizar todos los preparativos para el enlace, tal como lo hace toda novia enamorada.
Ya tenemos lo más importante, que es el amor. Estamos enamorados, estamos felices, estamos listos para dar este paso y, nada, eso está increíble.
Paulina viajó con su mamá a España para seleccionar los vestidos que quería lucir en su gran día y se decidió por un diseño de la prestigiosa casa de moda española Rosa Clará. Además, acompañó su outfit con un precioso velo bordado a mano del diseñador mexicano César Luna. Cuando el día esperado llegó, la actriz de Mi corazón es tuyo expresó su enorme felicidad a través de sus redes sociales.
El amor nos hace abrir el corazón, nos da felicidad y propósito. Estos días siento que el amor me ha dado alas para soñar, tener fe, volver a creer, celebrar la vida y cantar. Estoy lista para decir: Sí quiero. Sí quiero compartir nuestras vidas, estar ahí, escuchar, ser paciente, aprender, crecer juntos, apoyar nuestros sueños y construir juntos un futuro mejor.
Aunque no pudimos conocer todos los detalles del enlace, en las imágenes que la actriz de 31 años compartió del inolvidable momento se le ve radiante, ya que, seguramente, está muy ilusionada por vivir junto a su pareja esta nueva etapa en sus vidas. En sus redes sociales no pierde oportunidad para expresarle a su amorcito cuánto le agradece por esta relación.
Quiero darte las gracias por estar a mi lado, por caminar juntos, por construir juntos, por soñar, por apoyarnos en todo lo que queremos lograr. Gracias por estar en mis mejores, pero también en mis peores momentos.