Amy Winehouse fue conocida por sus excesos y adicciones, el peor de ellos… su amor por Blake Fielder-Civil, el chico que terminó consumiendo su alegría. A pesar de lo difícil que era su vida personal, su indiscutible talento la colocó como una de las más grandes cantantes de jazz-soul de épocas recientes.
Su muerte en el 2011 dejó un hueco en la industria, tan grande que nadie lo ha llenado hasta el momento. Tras su partida, sus productos musicales fueron destruidos, pero eso no evitó que algunos demos sobrevivieran a la masacre. Este fue el caso de una canción que Amy grabó cuando solo tenía 17 años y que ahora podemos escuchar en YouTube.
Amy se convirtió en una nueva diosa del jazz-soul
Desde pequeña, Amy sabía que quería triunfar en la música y trabajó toda su vida para que disqueras y diversas marcas se fijaran en ella. En el 2003 comenzó a ser conocida con su disco Frank, pero fue más adelante, en el 2006, cuando la fama mundial tocó a su puerta. Su segundo álbum Back to black conquistaba a quien lo escuchaba, las letras de sus canciones eran únicas y su timbre de voz inconfundible.
Además, grabó diversos demos, los cuales fueron destruidos tras su muerte por cuestiones de ética, o por lo menos eso fue lo que afirmó su disquera.
Su adicción al amor acabó con su vida
El 23 de julio del 2011, con solo 27 años de edad, la cantante fue encontrada muerta en su apartamento de Londres. Su padre afirmó que falleció debido al abuso de substancias que controlaban su abstinencia al alcohol. Sin embargo, muchos creen que una de las causas de su muerte fue su desmedido y tóxico amor por Blake Fielder-Civil, quien la llevó directo a las drogas y se encargaba de mantenerla entre los límites de la felicidad y la depresión que terminó por borrar su sonrisa.
Una canción inédita ha salido a la luz
Aunque ya han pasado más de seis años desde su muerte, el compositor Gil Cang, productor en Hornsey Road, lugar al que la cantante llegó a probar suerte, acaba de revelar una canción inédita que Amy grabó cuando solo tenía 17 años. El tema se llama My own way, fue compuesto por James McMillan, Maryanne Morgan y la misma cantante.
Ahora sus fanáticos no paran de reproducir la melodía una y otra vez, pues es increíble el talento que guardaba en sus cuerdas vocales, tan capaz de generar lágrimas como de erizar la piel de cualquier persona.
