Algunas mujeres simplemente decimos lo que queremos. No importa si de nuestra boca salen algunas cuantas palabrotas, maldecir es parte de nuestra personalidad y es lo que nos hace especiales y únicas.
Tal vez el resto de las personas no estén de acuerdo, pero qué importa, somos más honestas y disfrutamos increíblemente cada palabra que decimos.
1. Maldecir no es una opción, viene a ti naturalmente
2. Sin embargo, la gente sólo parece tener esa falsa impresión de que eres agresiva o muy ruda
3. Por que al parecer, maldecir no es muy propio de una dama
4. Sólo porque dices: “¡Mierda…mierda…mierda!” cada 5 minutos no significa que no seas una mujer con clase
5. Eres jodidamente refinada, en realidad
6. Maldecir es como te gusta expresarte, ¡por el amor de Dios!
7. La gente a menudo te mira como si les produjeras espanto (—¡Tremenda lengua!)
8. Y a veces, de verdad, tratas de bajar el tono porque hay niños y toda esa ‘madre’
9. Pero tus ‘alternativas’ no son realmente alternativas en absoluto
10. Está bien. Quizá serás la tía más cool que tus sobrinos podrían tener
(Espero con impaciencia el día que puedas enseñarme a maldecir. Feliz día de la tía)
11. Puedes darle vida a cualquier cosa con el uso colorido de tu lenguaje
12. Si la gente piensa que te pasas con tus maldiciones, ¡no te han visto con unas copas de más!
13. Cuando estás nerviosa o ansiosa, tu vocabulario se vuelve bastante limitado
14. Así que las citas pueden ser un poco incomodas
15. De nuevo, si no pueden manejar la situación, ¡que se jodan!
16. La gente ha tratado de hacer que cumplas con el ‘tarro de las maldiciones’, pero crees que es una completa ch…
(Sólo he participado por 10 minutos, y ya estoy casi en quiebra. En serio.)
17. Incluso el teléfono intenta censurarte
18. Pero no debería ser de esa manera: ¡tú estás orgullosa de ti misma!
19. Porque una mujer con un lenguaje amplio, puede maldecir tanto como quiera
Y al final, ella lo quiere.
