Si alguien está dando todo de sí para salir de esta terrible pandemia es el personal del sector salud, desde el encargado del aseo, camilleros, secretarias, choferes de ambulancias, laboratoristas, hasta médicos y enfermeras.
Es bien sabido que en últimas fechas sus jornadas laborales exceden las 12 horas continuas, no tienen descanso ni pueden estar con sus familias, pero a pesar de ello no pierden su humanidad; tal es el caso de Laura Estela García Méndez, enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien cuida de sus pacientes con el alma y les canta con la intensión de mitigarles el dolor.
Su voz es una píldora calmante
Desde hace ocho años Laura se desempeña como enfermera en el Hospital Regional Número 110 del IMSS, en Guadalajara, Jalisco, México, y cuida de cada enfermo como si se tratara de un miembro más de su familia.
El dolor que produce el Covid-19 es insoportable, según los testimonios de los enfermos, y Laura sabe que esto es cierto porque día a día ve a sus pacientes aferrándose a la vida. Aunque hace todo lo médicamente posible, es consciente de que el dolor no solo es a nivel físico sino emocional, y para ayudarlos a soportar un día más los toma de las manos, les mira a los ojos y les entona una dulce melodía.
Prepara los pañuelos en 3… 2… 1…
Somos un instrumento y, la verdad, me siento muy feliz de poder cantarles, por medio de mi voz transmitirles lo que yo siento. Trato de hacerlo espiritualmente, siempre respetando sus creencias. No lo sé explicar, pero sé a quién y en qué momento debo hacerlo. Todos podemos necesitar ese apoyo.
La música reduce los niveles de estrés y ansiedad, y ayuda a liberar miedos y emociones negativas que afectan nuestra salud; por ello, Laura recita unas notas para cada uno de sus pacientes, su voz es tan dulce que hace erizarse la piel y olvidar cualquier dolor, trayendo calma y esperanza por unos minutos.
Cabe destacar que ella nunca ha tomado clases de canto, pero es portadora de una voz maravillosa y un don excepcional. Su acto es aplaudido en redes sociales, donde se ha ganado el aplauso de un público tan extenso que se siente agradecido por su esfuerzo de todo corazón.
Su canto conmueve miles de corazones
Su labor va más allá de las reglas médicas
Su esfuerzo es reconocido y aplaudido
¡Gracias por existir!
